Desde hace más de un año se sabe que Intel está desarrollando una nueva gama de memorias SSD con mayor velocidad y densidad que los SSD «tradicionales». Hoy se ha hecho público el resultado de este desarrollo mediante las tarjetas Optane SSD DC P4800X, producidas en colaboración con Micron y cuyos 375 GB de espacio pueden ser usados tanto para almacenar contenido de forma habitual como para dedicarlos a la memoria RAM. Este hito es posible gracias que la latencia de esta tarjeta es extremadamente reducida si la comparamos a otros SSD, de apenas diez microsegundos, ya que sus velocidades de transferencia secuencial no destacan demasiado en el panorama actual: 2400 MB/s de lectura y 2000 MB/s de escritura.
Esa baja latencia es la que permite un uso más intensivo.
Un SSD promedio soporta unas 400.000 operaciones por segundo, frente a las 500.000 de escritura y 550.000 de lectura que promete la P4800X gracias a la tecnología 3D Xpoint.
Esto se traduce en un mayor rendimiento, pero también en una mayor durabilidad incluso con un uso sostenido a lo largo del tiempo, ya que la escritura es no-destructiva (el principal problema de los SSD), así que no se produce el temido desgaste conforme mayor sea su uso habitual.
Llevado a cifras más mundanas, supone pasar de entre 0,5 y 10 ciclos de escritura diarios hasta los 30.
El uso de esta tarjeta como memoria RAM (puede aprovecharse su totalidad, los 375 GB) es posible gracias a un software de pago adicional, Memory Drive Technology, que se suma a los 1.520 dólares que cuesta el propio módulo, con disponibilidad limitada. Más adelante Intel lanzará variaciones, incluyendo una réplica de esta tarjeta pero con el doble de almacenamiento, 750 GB.