Los hackers que desarrollaron el WannaCry usaron tecnología creada para labores de ciberespionaje
Negligencia y piratería. Esas son las dos palabras clave que según los expertos explican la expansión por América Latina de WannaCry, el virus utilizado la semana pasada para realizar un ciberataque masivo que afectó a más de 200.00 usuarios en unos 150 países del mundo.
De acuerdo con datos de la empresa de seguridad informática Avast, hay 9 países latinoamericanos en la lista de los 50 más afectados por este virus en el planeta creado por hackers dedicados al ciberespionaje.
América Latina como un todo está expuesta a un riesgo sustancialmente mayor que el resto del mundo debido a que tiene el mayor porcentaje de computadoras con sistemas Windows sin actualizar, el virus se propaga a través de vulnerabilidades existentes en ese sistema operativo, pero que Microsoft, la empresa responsable de Windows, publicó desde marzo un parche para subsanar ese problema.
Según cifras de Avast, 18,4% de las computadoras que usan Windows en Argentina; 17,6% de las de Brasil y 14,71% de las de México no habían aplicado el parche antes de la aparición del WannaCry.
En contraste, solo 6,8% de los ordenadores en Estados Unidos permanecían sin actualizar.
El WannaCry es catalogado como un ransomware, un software que se usa para secuestrar los datos de una computadora y así exigir el pago de un rescate, que en este caso se ubicaba en torno a los US$300, para su propagación se utilizaron dos exploits, programas muy pequeños que permiten aprovechar o tomar ventaja de una vulnerabilidad de un programa o de un sistema operativo para tomar el control de la computadora.