Internet Of Things es claramente el siguiente gran paso de la industria tecnológica y empresaria
Es cada vez más común oír hablar del Internet Of Things (internet de las cosas) como una realidad inevitable. Y es que es cuestión de tiempo que smartphones, tablets y ordenadores dejen de ser los únicos protagonistas de la revolución digital para dejar paso a la conexión digital de objetos cotidianos como televisiones, coches, casas o máquinas de cualquier tipo. Según datos de Ditrendia en su Informe Mobile España 2016, las previsiones calculan que para el año 2020 ya existirán 50.000 millones de dispositivos conectados en todo el mundo.
Recordemos que es el Internet Of Things es un concepto que se basa en la interconexión de cualquier producto con cualquier otro de su alrededor. Desde un libro hasta el frigorífico de tu propia casa. El objetivo es hacer que todos estos dispositivos se comuniquen entre sí y, por consiguiente, sean más inteligentes e independientes. Para ello, es necesario el empleo del protocolo IPv6 y el desarrollo de numerosas tecnologías que actualmente están siendo diseñadas por las principales compañías del sector.
Ahora bien, para concretar un poco más, el sector que los expertos calculan que más va a crecer es el de los wearables. Y estos cálculos no son casualidad. Durante el año 2015 se vendieron 76,1 millones de dispositivos o sensores incorporados a complementos capaces de conectarse. Esta cifra supone un incremento del 163,6% respecto a 2014. Y parece que su crecimiento no ha hecho más que empezar. Hasta el año 2019 se espera que esta categoría mantenga un crecimiento anual de 22,95%.
Dentro de la categoría de wearables, los smartwatches y las pulseras se mantienen a la cabeza de las ventas, con un total de 70 millones de unidades en todo el mundo a lo largo de 2016.
Si nos acercamos al territorio nacional también podemos decir que el internet de las cosas y los dispositivos conectados son cada vez más populares. Más del 50% de los españoles; está algo o muy interesado en diferentes categorías de dispositivos conectados, como coches o casas. Además un 56% ya utiliza el smartphone o la tablet como medio de control remoto. Por el contrario, tan solo un 13% de la población; asegura no conocer y no usar ningún tipo de dispositivo conectado.
Los wearables son otro ejemplo. Cosas cotidianas como camisetas, relojes o pulseras; se hacen inteligentes gracias a la aplicación de este concepto. Ahora los relojes no solo nos proporcionan la hora; sino que también se conectan a internet; intercambian datos con servidores externos y actúan en consecuencia; a la información que recogen tanto de los sensores como de los servidores.
En 2030 el mundo estará tan conectado y la tecnología tendrá un papel tan importante en nuestras vidas que, según Eric Schmidt, ex CEO de Google, se borrará la frontera entre online y offline y la red estará tan integrada a nuestro quehacer diario que apenas percibiremos su presencia.
Si llevamos el Internet of Things a terrenos más amplios como la seguridad nacional o las empresas; la trascendencia y las posibilidades son aun mayores. Por ejemplo: huertos automatizados, alumbrados inteligentes, supervisión de máquinas…
El impacto económico de este tipo de proyectos sería brutal; pues reemplazaría a muchos puestos de trabajo actuales y, sobre todo, implicaría un ahorro considerable de costes a largo plazo. Sería casi la segunda Revolución Industrial.
Como podemos ver, el Internet of Things es claramente el siguiente gran paso de la industria tecnológica. Abre un mundo de posibilidades incalculable, mayor incluso que el que abrió en su momento la era digital.
Todo pasaría a basarse en lo contextual, logrando una mayor independencia de los humanos; y por lo tanto, una mayor eficiencia y comodidad.
A todo esto, el Ing. Saul Ameliach Orta, Presidente de la Fundación IOTA Latino, experto en desarrollo Tangle, en los meetups de IOTA presentados en Venezuela, ha destacado el valor del papel que juegan IOTA y tangle en la evolucion de l modernidad:
Fuente: ForoMarketig/Hipertextual